viernes, 22 de agosto de 2014

Nina



Creo que te puse ese nombre por la película ¨Nina takes a lover¨, no tenías que ver con el personaje, pero me gustó llamarte ¨Nina¨.

Llegaste a nuestra casa cuando mi hermana cumplía los 15 años, eras solo una cachorrita de chihuahua asustada y creo que nosotros un poco también contigo, no por tu carácter, sino, porque no sabíamos cómo manejar la situación de tener un perrito en un apartamento con una familia de cinco miembros.

Recuerdo que al principio, dormías en el pasillo, fuera de la casa. Era realmente dentro del apartamento, pero una vez cerrada la puerta del comedor, quedaba una habitación pequeña para el servicio y una cocina que se usaba como trastero. Llorabas por las noches, no te gustaba estar ahí.

Un día, empezamos a dejar que durmieras ¨dentro de la casa¨, que alegre estabas!
Que alegre eras siempre querida Nina, todos te queríamos tanto.
Tenías una inteligencia sin par, podías reconocer desde un tercer piso, el coche de mi padre, el mío o el de mi hermana e inmediatamente ibas al balcón, subías tus dos patitas delanteras y te asomabas, acto seguido, te dirigías a la puerta y ahí nos esperabas, siempre moviendo el rabito, tan feliz.

Eras una gran compañera y a la vez feroz e implacable ante cualquier ruido externo. Todo por tus amos Nina!

Luego mi hermana se vino a Madrid y tu dormías en mi habitación, al ladito de mi cama. Claro, por la mañana temprano te ibas; ¿a la habitación de mis padres quizá?

Llegó el día en que yo también me vine a vivir a Madrid y me despedí de ti, pero tu seguramente no entendías esto, esperabas todos los días a que volviera y así pasó un año y volví a verte.
Estabas tan delgada querida Nina, en el hueso, como suele decirse, pero aún así, me recibiste en la puerta con las fuerzas que te quedaban y estuviste conmigo todas mis vacaciones allí.
Yo regresé a España y tiempo después, fuiste de nuestro lado.
Fue tan triste saberlo. 
Lo siento tanto Nina.Gracias por todas las alegrías!
Te quiero siempre.