Reto semanal entregable P2P del módulo 1
Tema: discriminación de la
banca a personas mayores
El avance de la digitalización de las entidades
en España, entre otras cosas, empujada en parte por la crisis económica del 2008
y luego la pandemia, ha provocado que un gran número de personas mayores sufran
discriminación directa, debido al cierre de oficinas y el exponencial uso de
internet y aplicaciones móviles para realizar transacciones bancarias. Actualmente,
muchas personas mayores, especialmente en edad de jubilación, ven como la
atención personalizada en sucursales bancarias es mínima o nula.
La discriminación que sufre este colectivo, se
podría catalogar como discriminación directa y se engloba dentro del llamado ¨ Edadismo
o ageísmo¨. Como hemos visto en el módulo 1, la discriminación directa: “se da
cuando una persona es tratada de manera menos favorable que otra en una situación
análoga, por razón de su sexo, su origen étnico o racial, discapacidad, edad, orientación sexual, etc.”. El
concepto de Edadismo engloba prejuicios, actitudes y prácticas en diferentes
ámbitos, incluido el institucional y empresarial, contra este grupo de edad.
Al factor de la edad, se le podría añadir el
que este colectivo en muchos casos, carece de formación sobre medios
electrónicos y por lo tanto, es más acusado la falta de atención personalizada.
Factores como el vivir en la llamada ¨España vacía¨, dificulta aún más su interacción
con las entidades financieras. A lo anterior se le suma el que, según datos del
Banco Central Europeo (BCE), desde la crisis económico-financiera de 2008,
España es el país con más cierres de bancos y cajas de ahorro.
El problema de la discriminación ha supuesto
serias dificultades para este colectivo en cuanto a la utilización de los
cajeros automáticos y a las comunicaciones online. Una situación que ha llevado
a que la mayoría de las operaciones bancarias sean por internet, algo que ha
ocasionado un grave daño a estas personas, ya que muchas de ellas no saben
manejar las nuevas tecnologías.
Según algunas entidades bancarias, se facilita el
manejo de los aparatos y cajeros con ayuda de asesores en las sucursales, pero
como le comenta Carlos San Juan al diario DW: “tengo Parkinson y a veces
aprieto la tecla equivocada”. Y agregó: “tengo miedo de perder dinero por eso”.
San Juan fue testigo de cómo en su banco, luchaban los clientes mayores con los
cajeros automáticos. Incluso fue testigo de cómo un joven le robaba a una mujer
mayor con la excusa de ayudarla.
La Universidad Abierta de Cataluña, en su
artículo “La brecha bancaria discrimina la vejez”, indica que el origen de esta
discriminación es porque estos clientes no interesan: son pensionistas y con
poca capacidad de ahorro.
Elizabet Ruiz de la Universidad Abierta de
Cataluña apunta en el mencionado artículo que: «Los mayores, ya sea por falta de formación, medios o
motivación, no son digitales. Esto ha provocado que se conviertan en un tipo de cliente que
no es relevante para las entidades bancarias», según advierte Ruiz-Dotras, que detalla: «La rentabilidad de la banca pasa por el cliente digital, porque reduce mucho los costes de
infraestructura y personal. Este tipo de cliente tiene pensiones que no generan ingresos a la banca. En general, les
queda poco para ahorrar o invertir porque la mayor parte del dinero se lo
gastan durante el mes».
Ante este escenario, cabe preguntarse qué
estrategia seguir para acabar con este tipo de discriminación.
Considero que la primera propuesta tiene que
venir de los legisladores. Se debe buscar un consenso entre la sociedad civil,
la banca y el estado de manera que se garantice la atención personalizada a las
personas dentro de este colectivo que lo necesiten.
Estados y autonomías, también podrían
intervenir aportando subvenciones que permitan la accesibilidad de los servicios
bancarios.
Adicionalmente, se podría implementar o
potenciar la banca-bus en la España vaciada, de manera que en las poblaciones en
donde ya no hay sucursales, se les pueda brindar servicio, sobre todo a aquellos
con dificultad de desplazamiento.
Referencias
bibliográficas
https://www.uoc.edu/es/news/2021/306-brecha-bancaria-discrimina-vejez
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