Creo que te puse ese nombre por la película ¨Nina
takes a lover¨, no tenías que ver con el personaje, pero me gustó llamarte
¨Nina¨.
Llegaste a nuestra casa cuando mi hermana cumplía
los 15 años, eras solo una cachorrita de chihuahua asustada y creo que nosotros
un poco también contigo, no por tu carácter, sino, porque no sabíamos cómo
manejar la situación de tener un perrito en un apartamento con una familia de
cinco miembros.
Recuerdo que al principio, dormías en el pasillo,
fuera de la casa. Era realmente dentro del apartamento, pero una vez cerrada la
puerta del comedor, quedaba una habitación pequeña para el servicio y una
cocina que se usaba como trastero. Llorabas por las noches, no te gustaba estar
ahí.
Un día, empezamos a dejar que durmieras ¨dentro
de la casa¨, que alegre estabas!
Que alegre eras siempre querida Nina, todos te
queríamos tanto.
Tenías una inteligencia sin par, podías reconocer
desde un tercer piso, el coche de mi padre, el mío o el de mi hermana e
inmediatamente ibas al balcón, subías tus dos patitas delanteras y te asomabas,
acto seguido, te dirigías a la puerta y ahí nos esperabas, siempre moviendo el
rabito, tan feliz.
Eras una gran compañera y a la vez feroz e
implacable ante cualquier ruido externo. Todo por tus amos Nina!
Luego mi hermana se vino a Madrid y tu dormías en
mi habitación, al ladito de mi cama. Claro, por la mañana temprano te ibas; ¿a
la habitación de mis padres quizá?
Llegó el día en que yo también me vine a vivir a
Madrid y me despedí de ti, pero tu seguramente no entendías esto, esperabas
todos los días a que volviera y así pasó un año y volví a verte.
Estabas tan delgada querida Nina, en el hueso,
como suele decirse, pero aún así, me recibiste en la puerta con las fuerzas que
te quedaban y estuviste conmigo todas mis vacaciones allí.
Yo regresé a España y tiempo después, fuiste de
nuestro lado.
Fue tan triste saberlo.
Lo siento tanto Nina.Gracias por todas las
alegrías!
Te quiero siempre.